Camino a Ciegas

Ella y él eran dos desconocidos, hasta el día que se encontraron en medio de una fiesta, jugando inocentemente, con los ojos vendados y las luces apagadas. Se enamoraron a pesar de que sus vidas parecían incompatibles, y los obstáculos para su unión los seguían como fieles compañeros de viaje. Aún así, continuaron avanzando juntos hasta la cima de sus deseos, danzando felices la melodía de la confianza, la que se entona con los acordes de amor verdadero.

***
Les preguntaban por separado:
-¿Quién es ella?, ¿quién es él?
Ninguno de los dos sabía definir al otro, ni tampoco a sí mismos. ¿Cómo definir lo indefinible? ¿Acaso con un nombre, una edad y una profesión se puede definir a alguien? ¿Se puede etiquetar una persona por el lugar de donde procede?…
Sin embargo eran muy conscientes de su relación, que era lo único que en verdad conocían.