La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado. (Gabriel García Márquez)
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Un pasado que fue hermoso pero a la vez tormentoso, extraño, maravilloso, perfectamente imperfecto para mí.
Perdí como nunca lo había hecho en mi vida, perdí momentos que nunca se repetirán y seres que nunca volverán. Nunca. Nunca jamás, ni en cuerpo ni en alma.
Perdí un amor incondicional que existió en mi corazón en mi alma, en todo mi ser, un amor tan sincero que de la noche a la mañana se cruza de brazos autodestruyendose, sollozando, desolado, decepcionado, roto como una copa de cristal.
Perdí mis sueños, mis ganas de vivir. Mi proyecto de vida, mi esperanza. Mi vida en un momento dado.
Pero solo gracias a este artificio pude sacar lo bueno que hay en mí, en mi sentir y pensar. Lo bueno que ha sido vivir cada momento y perseverar pase lo que pase. Poner en calma mi corazón y mi mente. Neutralidad pura, equilibrio sentimental. Empezar a vivir de verdad. Un estúpido y doloroso final, solo para obtener la libertad que tanto necesitaba. Todo pasa, tarde o temprano, somos prisioneros del reino del tiempo. Gracias a ti, por dejarme vivir por dejarme libre... una vez mas.
Ágætis byrjun o como dirías tu, un buen comienzo.